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Invictus Games, el orgullo recuperado de los afganos heridos en la guerra

Tras sufrir la amputación de una pierna hace seis años en los combates en la provincia de Kapisa, Aminullah había perdido «toda la esperanza». Pero desde que integró el equipo del ejército afgano para los Invictus Games está orgulloso de poder por fin «probar de nuevo su valor».

Creados bajo el modelo de los Juegos Paralímpicos, los Invictus Games son una competición deportiva abierta a los heridos de guerra, cuya primera edición se celebró en septiembre de 2014 en Londres.

 

Cerca de 500 deportistas de 18 países estarán desde el sábado en Sídney para la edición 2018.

Junto a otros siete miembros del equipo afgano, Aminullah Arsalan insiste en el «orgullo» que sentirá al llevar alto los colores de la bandera de su país en la ceremonia de apertura de la competición.

– Dificultades en el país –

Voleibol sentado, halterofilia y remo en sala son las tres competiciones en las que van a participar estos soldados afganos heridos en la guerra. Se entrenan todos los días en un gimnasio del centro de formación del ejército, en las afueras de Kabul.

«Quedarme en casa encerrado todo el día me volvía loco. Venir a entrenar aquí con un equipo me ayuda tanto física como psicológicamente», señala Sohail Naseri, que tiene las dos piernas amputadas desde que sufriera hace seis años la explosión de una mina anti-persona.

Unos se quitan las prótesis y otros descienden con la fuerza de sus brazos de sus sillas de ruedas. Se agrupan en una alfombra, vestidos con antiguas camisetas de la selección nacional de fútbol.

Colocados a ambos lados de una red de voleibol, situada a poco más de un metro de altura, comienzan, sentados en el suelo, su entrenamiento.

Rápidamente empiezan las bromas, mientras un responsable del equipo se enfada por algunas ausencias cuando solo queda una semana para viajar a Australia.

Pero Sohail, uno de los líderes del equipo, se pone serio cuando habla de las dificultades de vivir en una silla de ruedas en Afganistán.

«Mentalmente es muy duro, aquí eres un héroe cuando tienes una metralleta en la espalda, pero cuando vuelves herido no eres nadie. De un día al otro, eres un viejo que necesitas ayuda para todo», cuenta.

«Algunos heridos han caído en la droga o incluso se han suicidado. Pero yo tengo cuatro niños que proteger», añade Soheil, huérfano desde los cinco años.

– Regalo para Harry – 

«Estos juegos son una bocanada de oxígeno para ellos, recuperan el sabor de la vida», asegura el mánager del equipo, Pir Mohammad Pashton.

«Y es igualmente importante para nuestros soldados en el frente saber que existen razones para la esperanza incluso después de una grave herida. Saben también que nuestra bandera afgana estará representada en Sídney al lado de la de las grandes naciones», añade.

Abdul Hanan Fehrdus, que saltó sobre una mina hace seis años en la provincia de Kunduz (norte) después de haber desactivado cinco, acabó perdiendo también las dos piernas.

«Los seis primeros meses fueron muy difíciles, estaba también tocado mentalmente», señala tras el entrenamiento.

«Pero aunque he perdido mis piernas, todavía tengo un cerebro e hice una rehabilitación. Me dije que todavía podía hacer cosas», añade este padre de dos niños.

«Cada uno de nosotros sueña con ganar una medalla en Sídney y yo no quiero un bronce o una plata, quiero una de oro para mi país», continúa.

Además espera encontrarse con el príncipe Harry al que respeta «enormemente» por su participación en los combates en Afganistán.

«He preparado una bandera afgana para regalársela», confiesa con discreción, pero muy ilusionado.

Kabul, Afganistán | AFP | 

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