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Las obras que se realizan en el separador central de la Avenida del Ferrocarril contiguo al CAI del Mercado Público empiezan a generar traumatismos en la movilidad vehicular. /MONTINER ALVIS.
Un tramo vial de esta principal arteria entre las calles 11 y 13 está cerrado mientras se realiza la ampliación de los andenes y la reconstrucción total del separador central.
El gremio de conductores del servicio de transporte público de Santa Marta ha exteriorizado su inconformidad por los traumatismos en la movilidad vial que se están originando a raíz de los trabajos que se adelantan sobre la Avenida del Ferrocarril a la altura del CAI del mercado público.
El malestar del gremio transportador obedece a la ausencia de una señalización que pueda advertir del desvío que deben realizar para no congestionar el sector y al mismo tiempo a la comunidad que desconoce la realización de los trabajos.
Según un vocero de los conductores quien pidió reservar su nombre, la situación es caótica sobretodo en las denominadas horas pico ya que se incrementa el flujo automotor por esta principal arteria vial y la canícula que azota la ciudad también incide para que los pasajeros en las busetas se desesperen y hasta lancen improperios.
‘‘No es justo que recibamos ataques verbales por situaciones que son ajenas a nuestra labor de conducir. Cada vez que pasamos por este tramo de la Avenida del Ferrocarril para seguir hacia la Bahía es toda una odisea por el desorden y traumas que generan los trabajos que actualmente se adelantan acá’’, recalcó.
Comentó además que el contratista debería doblar el turno para aprovechar las horas nocturnas ya que se metió la temporada invernal cuyos estragos pueden ser incalculables.
TESTIMONIO DE AFECTADO
Si bien es cierto que todo desarrollo y progreso causa traumatismos, los afectados no solo son los conductores ya que algunos peatones han sufrido caídas en estas áreas precisamente por la ausencia de una eficaz señalización.
Así le sucedió al comerciante Jorge Armando Mercado quien cayó a una zanja llena de agua lluvia mientras se disponía a comprar unas bolsas plásticas y otros desechables. ‘‘Cuando crucé la Avenida para comprar unos platos desechables caí en la zanja y lo más triste es que los trabajadores en lugar de ayudarme lo que hicieron fue burlarse y reírse de mí. Como pude logré salir y le reclamé porque me golpeé la pierna y la rodilla’’, indicó.
El señor Armando aduce que él no es único que ha caído en esas zanjas que son una verdadera ‘trampa humana’ porque no tienen señales de advertencia o una cinta reflectiva. ‘‘Ese mismo día el ingeniero me pidió que fuera averiguar en la Capri para que me revisaran pero no tuve éxito, hoy lunes llego acá otra vez a decirle al ingeniero que tengo la rodilla inflamada y que se me dificulta caminar y me ignoró’’, enfatizó.
El afectado hizo un llamado a las autoridades del Distrito y a la interventora de las obras para que se adopten los correctivos y sobre su caso específico que se le pueda remitir a un médico para que sea examinado.
Al ser consultado sobre las obras que se adelantan sobre la Avenida del Ferrocarril, don Armando respondió que son necesarias pero que espera sean culminadas y no vayan a quedar inconclusas. ‘‘Desde un principio les llamé la atención sobre la falta de señalización y la ausencia de un sendero peatonal pero la respuesta que recibí fue que no necesitan que les enseñen como se debe trabajar’’, anotó Mercado.