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Ernesto Calzadilla, César Escola, Amparo Grisales y Pipe Bueno ahora estarán acompañados por la presentadora Melina Ramírez en este reality que llega a su sexta edición.
Lograr una excelente imitación no depende únicamente de cantar con afinación las letras de un artista.
La premisa de Yo Me Llamo, programa que esta noche regresa a la televisión a las 8:00 de la noche, es que un imitador debe personificar a un artista desde aspectos como el vestuario o el maquillaje, hasta su forma de hablar, de expresarse e incluso de caminar en escena.
El reality que busca al mejor imitador musical de Colombia será guiado nuevamente por César Escola, el cantante Pipe Bueno y la diva Amparo Grisales. Los presentadores que acompañarán el recorrido de los participantes serán Ernesto Calzadilla y, por primera vez, Melina Ramírez.
LA PREPARACIÓN
Cuando arranca una nueva temporada, los jurados le dedican mucho tiempo a la preparación para juzgar a los concursantes. En cada ciudad hay una preselección y los jurados reciben un listado para poder conocer a profundidad a los artistas que se van a presentar en las audiciones.
“Me dedico a estudiar a los que no pude conocer en vida o cuya música no conozco tanto. Repaso su repertorio, su biografía, sus raíces y sus canciones para ubicar muy bien la voz que deben emular. Tengo que estar al nivel de César Escola y Amparo”, comenta el cantante de música popular Pipe Bueno.
En esta oportunidad, el público conocerá historias de imitadores provenientes de varias regiones de Colombia y Venezuela. Ellos encarnarán artistas como Celia Cruz, Alejandro Fernández, Nicky Jam y Andrea Bocelli en el escenario.
DECIDIR, TAN DIFÍCIL
No fue fácil definir esa línea delgada entre los buenos cantantes y los buenos imitadores. Los jurados tuvieron que decirles que no a varios concursantes que eran muy buenos cantantes.
“En el caso de Yo Me Llamo la imitación es lo más importante. En esta temporada llegaron cantantes profesionales que han preparado el personaje. Pero de nada vale que tú cantes maravillosamente bien si no está el timbre y el color del artista que estás imitando”, señaló el argentino César Escola.
“Hacemos un énfasis por perfeccionar el vibratto, los melismas, la gestualidad, cómo son sus fraseos o cómo es su interpretación de acuerdo con el artista que están imitando porque ese tipo de características son como huellas digitales y eso es lo difícil de conseguir para convertirse en el doble perfecto”, comentó Amparo Grisales.
El Colombiano