Seguridad humana

Seguridad Humana es proteger las libertades capitales de las personas expuestas a amenazas y demás situaciones ante las privaciones, el miedo y actuar en nombre propio, robusteciendo fortaleza y aspiraciones, lo que envuelve generar sistemas que faciliten a la comunidad elementos básicos de supervivencia, dignidad y medios de vida. Nace este concepto del desarrollo humano y está centrada en la gente como en el reconocimiento, para que en la mayoría de las personas el sentimiento de inseguridad se dirija más a las preocupaciones de la vida diaria que en el temor de la guerra, sentido por el cual es más amplia que la ausencia de conflictos violentos, por cuánto además de los efectos de la violencia directa, se preocupa por los de la indirecta (privación de necesidades básicas, incidencia de enfermedades, desastres naturales, desplazamiento de poblaciones, explotación de diferencias culturales y étnicas), así como por las subjetividades (percepción de inseguridad, temor y miedo).

Se relaciona igualmente la seguridad humana a decir de expertos, con la vulnerabilidad mutua, ya que mientras exista vulnerabilidad e inseguridad extrema en los sectores en condiciones tales, todas las partes serán vulnerables, por lo que su propósito deba ser la reducción del riesgo colectivo. La seguridad humana no reemplaza, ni subestima las condiciones clásicas de la seguridad, las complementa para una mejor adaptación a los procesos de la globalización; se preocupa por la seguridad de la persona y la comunidad más que la del Estado; incluye amenazas como los desastres naturales, las crisis alimentarias o el impacto de las armas livianas; toma en cuenta los agentes y actores de la sociedad civil además de los estatales; y, su consecución incluye tanto la protección de la persona, como su potenciación.

Pretende integrar en un esquema de análisis los factores “humanitarios” (derechos humanos, salud, medio ambiente, democracia, seguridad alimentaria); se articula a los conceptos seguridad internacional y estatal; tiene como dimensiones básicasla libertad respecto a las necesidades básicas (que éstas se vean cubiertas) y la libertad respecto al miedo (amenazas, represión, etc.). Las amenazas a esta seguridad pueden ser crónicas (hambre, enfermedad, represión, etc.), consistir en perturbaciones repentinas de la cotidianidad y deberse a factores naturales o humanos; se percibe más fácilmente en su ausencia que en su presencia (seguridad económica, alimentaria, de salud, ambiental, personal, de la comunidad y política), aunque los incrementos en la seguridad de una dimensión no eliminan necesariamente los problemas de seguridad en las otras. Por el contrario, la inseguridad en un área afecta a las otras de manera directa.

Otra de sus características es la prevención, que implica un desafío en la medida que requiere análisis de varias disciplinas capaces de absorber las causas complejas que determinan las condiciones de inseguridad de una persona. No le compete sólo a las relaciones internacionales y estudios estratégicos, sino a la economía, la ciencia política, la antropología o enfoques de género. Implica también superar la visión etno-céntrica.

Entraña igualmente implicaciones políticas para los gobiernos nacionales y la cooperación internacional. Para la seguridad convencional necesario es implementar políticas nacionales e internacionales que garanticen a todas las personas la capacidad de tomar parte en el desarrollo (políticas contra la pobreza, programas de acción positiva, empoderamiento de los sectores más vulnerables, promoción de los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales, entre otros), toda vez que dicha seguridad plantea exigencias, objetivos y medios diferentes a los que se derivan meramente del concepto tradicional de seguridad. Es una visión innovadora que, como la noción de desarrollo humano, puede contribuir al cambio social, donde los gobiernos Departamentales, Distritales y Municipales juegan un papel preponderante, siendo ya hora que exista reacción positiva en dicha dirección.

*Jurista