Noticias de Santa Marta, el Magdalena, y el mundo!
Los perros callejeros dan una mala imagen a la ciudad que se prepara para sus Fiestas del Mar. /MONTINER ALVIS.
Los vecinos del Parque San Miguel hacen un llamado a las organizaciones defensoras de los animales para buscar una solución a la proliferación de caninos, felinos y palomas abandonadas.
Con gran preocupación los residentes y vecinos al Parque San Miguel en el centro histórico de Santa Marta han elevado su indignación ciudadana ante la proliferación de perros, gatos y palomas que han ‘invadido’ ese emblemático sitio.
Y es que la gran cruzada animalista que emprendió la señora Amalia Posada con el objetivo de despertar la sensibilidad y encontrar personas dispuestas a adoptar algún animal no ha encontrado eco. Y la problemática continúa agravándose con el paso de los días.
En estos días una perra de color negro parió seis cachorros que estuvieron atrapados dentro de un ducto de desagüe al interior del Colegio Hugo J. Bermúdez, pero que gracias a la loable labor de los voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Santa Marta se lograron salvar.
Hoy día la perra y su cría están bajo la custodia de doña Amalia, quien agradeció la colaboración de los bomberos así como del sacerdote Hernando Fajid Yacub, párroco de la iglesia del cementerio San Miguel, que colabora para darle alimentos a más de 15 perros, cerca de 12 gatos y un centenar de palomas que deambulan por el mencionado parque.
La sensible mujer quien reside en el centro histórico de Santa Marta y labora en la panadería Lucy, se ha convertido en la protectora de los abandonados seres sintientes que hasta la cuidan porque ella les da cariño.
‘‘Tengo mucha tristeza de ver a tantos animalitos en la calle, por eso hago un llamado a las autoridades, a las fundaciones animalistas y a las personas de gran corazón para que no maltraten a los perros callejeros y busquemos un albergue para todos ellos’’, indicó.
Fue categórica al expresar que ya se inició un proceso de esterilización con los perros para evitar que continúen reproduciéndose aunque la labor ha sido muy dispendiosa ya que los animales son bravos. Dijo que un perro la mordió porque no quería que se lo llevaran. ‘‘Me tocó acudir a un centro médico para que me hicieran las curaciones’’, recalcó.
Insistió en que a pesar de los obstáculos y de algunas críticas, ella seguirá buscando dolientes y llamando a la comunidad para que adopten un animalito. ‘‘Lo ideal sería recoger a estos pobres animalitos abandonados y conseguirles algún albergue. La situación es muy preocupante ya que hay otras perras preñadas y unas en calor lo que causa inconvenientes en este sector’’, puntualizó doña Amalia.