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El Ruiseñor del Cesar como también se le llamó al maestro Jorge Oñate, es considerado como una de las mayores leyendas del vallenato, ganador de 25 Discos de Oro y 7 de Platino.
Jorge Oñate, ‘El Jilguero de América’, falleció en la madrugada de ayer domingo, a los 71 años de edad, por complicaciones derivadas del covid-19.
Aunque el maestro Jorge Oñate logró superar el virus, la enfermedad le dejó varias secuelas, entre ellas, una afección en el páncreas, por la cual debió ser trasladado al Hospital Pablo Tobón de la ciudad de Medellín, en donde finalmente falleció.
El Ruiseñor del Cesar como también se le llamó a Jorge Oñate, es considerado como una de las mayores leyendas del vallenato, ganador de 25 Discos de Oro y 7 de Platino.
En más de 40 años de carrera artística, grabó con algunos de los principales reyes vallenatos: Miguel López, ‘Colacho’ Mendoza, ‘El Chiche’ Martínez, ‘El Cocha’ Molina, Álvaro López, Fernando Rangel, Julián Rojas y Cristian Camilo Peña, entre muchos otros.
Entre sus canciones más recordadas se destacan ‘El dilema de mi vida’, ‘Mujer marchita’, ‘El cantante’, ‘Lloraré’, ‘Sanjuanerita’, ‘Ruiseñor de mi Valle’, ‘Nació mi poesía’, ‘Paisaje de sol’, ‘Lirio rojo’, ‘Un hombre solo’, ‘La gordita’, ‘Al otro lado del mar’, ‘Cuatro penas’, ‘Mentiras de las mujeres’, ‘El corazón del Valle’, ‘Calma mi melancolía’, ‘Dime por qué’, ‘La contra’, ‘El cariño de mi pueblo’ y ‘Amar es un deber’, entre otras.
“Yo conservo del vallenato su cadencia, su poesía y no me salgo de ese estilo. No pierdo mi identidad musical porque antes de salirme es mejor retirarme», afirmó el artista Jorge Oñate, en una entrevista con el periodista Juan Rincón Vanegas, cuando ya había comenzado la pandemia del covid-19.
En la misma entrevista, esta gran leyenda del vallenato habló sobre los momentos difíciles que venían para el mundo con esa grave enfermedad: “Dios es el que dispone y es un llamado que nos hace para tomar el camino correcto. Que seamos obedientes y que no nos desviemos. Es una nueva ocasión para replantear nuestras vidas y ser fieles a Dios”.
Desde hacía cinco años, Jorge Oñate, unido a su esposa Nancy Zuleta, quien fue su guía espiritual y compañera ideal, se puso en las manos de Dios y su vida tuvo el cambio deseado.
Incluso, de agradecimiento al Todopoderoso hace dos años comenzó la grabación de canciones cristianas donde convocó a los acordeoneros Jesualdo Bolaños, Dagoberto ‘El Negrito’ Osorio y Gabriel ‘Chiche’ Maestre. Ellos, son un ejemplo de como Dios transforma vidas y hace posible que el gozo espiritual sea perfecto.
Jorge y Nancy se casaron la noche del viernes 15 de febrero del año 1974 en la Iglesia San Francisco de Asís de La Paz, Cesar, tierra natal de ambos.
Después de la luna de miel en San Andrés Islas, vinieron llenos de amor y comenzó el proceso de crecimiento del artista. Ella, que ha sido su soporte y compañera de todas las horas, vivía pendiente del mínimo detalle de su gran amor y ambos recorrieron distintas regiones del país hasta poco antes del 26 de febrero de 1975 cuando nació su primer hijo, Jorge Luis.
Al hogar de Jorge y Nancy, llegaron dos hijos más: Delfina Inés y Jorge Daniel, a los que se integran varios nietos que son sus mayores alegrías.
RUISEÑOR Y JILGUERO
Según el periodista Juan Rincón Vanegas, director de Comunicaciones del Festival de la Leyenda Vallenata, páginas enteras hay que escribir para destacar la hazaña musical de Jorge Antonio Oñate González. A este artista lo identifican a lo largo de su carrera musical como ‘El Ruiseñor del Cesar‘, y ‘El Jilguero de América’. Los responsables de estos ‘bautizos artísticos’ son el periodista Juan Gossaín Abdala y el locutor y presentador Jaime Pérez Parodi.
“Además, a Jorge Oñate de ser gran cantor de vallenatos le han endilgado una serie de historias. Dicen que hace muchos años le formularon la pregunta sobre el mejor cantante de vallenatos en todos los tiempos y contestó. “Eso no cabe ninguna duda. ‘El Ruiseñor del Cesar’, ‘El Jilguero de América’ y yo”, indicó Rincón Vanegas, en una de sus crónicas dedicada al maestro Oñate.
Lo que sí hizo el artista Jorge Oñate con lujo de detalles, desde que comenzó a cantar vallenatos, es que cumplió con el mandato de Dios al llevar alegría y paz a través de sus canciones.